Fotografía: Agencia AFP


Un niño argentino que sufre autismo se liberó de los brazos de su madre para jugar con el papa Francisco durante la audiencia general del miércoles en el Vaticano para deleite del pontífice y de los presentes.

"Este niño no puede hablar, es mudo, pero sabe comunicar", contó Francisco a los cerca de 7.000 asistentes a la tradicional audiencia después de que la madre del niño se disculpara y le explicara que su hijo era autista, informaron los medios italianos.

"Sabe cómo expresarse. Más que eso: es libre. Es indisciplinadamente libre", comentó el pontífice a los fieles.

Según las fotografías de la AFP se puede ver cómo el niño tira la mano enguantada de un guardia suizo y juega detrás de la silla del papa Francisco.

La asociación italiana Ants Onus que agrupa a padres con hijos con autismo figuraba entre los peregrinos que asistían a la audiencia en el aula Pablo VI del Vaticano.

"Dame un beso", le dijo el pontífice, mientras la madre del niño corría al palco para intentar atraparlo, a lo que Francisco le dijo que lo dejara jugar.

"Es argentino... indisciplinado", le comentó divertido el papa a su asistente, el prefecto de la Casa Pontificia, el monseñor alemán Georg Gaenswein.

En varias ocasiones el papa ha confesado que es indisciplinado y que tuvo problemas para adecuarse a las rígidas reglas de la Santa Sede.

"Todos deberíamos preguntarnos, ¿Soy libre? ¿Soy libre ante Dios? Todos deberíamos tener la libertad de un niño delante de su padre", afirmó.

"Pidamos la gracia para que este niño hable", solicitó a los asistentes, los cuales estallaron en aplausos.